NAVIDADES 2024. Inicio: Gabriel
Santacruz es un artista plástico de gran éxito que se ha envuelto
amorosamente con Darío Amador, un vividor que solo le saca dinero
para divertirse a sus espaldas, teniendo una relación infiel con
Kika, asistente del protagonista, quien al descubrir este idilio echa
de su casa a la pareja, que lo amenaza con terminar con su carrera si
no le da el dinero que le exige, pero el artista no le da un solo
peso y desahoga su pena con su colega y representante, Nínive Monroy,
quien se ha enterado de que padece un cáncer terminal y pide al
hombre que vuelvan a su lugar de origen, a reconciliarse con los
suyos. Gabriel se opone pues no tiene buena relación con su familia
y entonces Nínive lo entera de que hace tiempo que su hermana Dulce
vive en la ciudad y se ha contactado con ella para pedirle ayuda,
pues tiene problemas con René, su pareja, quien la ha embarazado y
no de la una vida digna, y con el cual la muchacha escapó para no
vivir presa de las implacables decisiones de sus padres, que le
prohibieron amar al muchacho. Gabriel sin embargo considera que
volver a su tierra de origen sería retroceder, mas al escuchar la
necesidad de Nínive para reconciliarse con su madre durante las
fiestas de navidad, antes de morir y padecer la presión y amenazas
de Darío, a quien Kika ha terminado definitivamente, cree que no es
mala idea, pero dependerá de Dulce, ante la que se presenta,
abrazándola. Esta le miente diciendo que todo esta bien pero el
hombre se da cuenta de que no es así y que está embarazada. Tiene
una discusión con René, el cual asegura que está buscando trabajo
pero no hace más que endeudarse en apuestas. Sin embargo no tiene
buena relación con la chica, quien constantemente le reprocha las
promesas que le hizo y lo acuda de ser un vago, tal y como los padres
de ella lo consideran. Él estalla y la abofetea, por lo que la chica
decide mudarse con su hermano, el cual es presa de la venganza de
Darío, quien por su rechazo decide hacerlo pagar incendiando su
departamento y estudio y así hacer cenizas todas sus creaciones, con
la embarazada dentro. Gabriel la rescata y al saber todo perdido pide
a la hermana que vuelvan a casa e intenten reconciliarse con sus
padres, por lo que toma la palabra a Nínive y decide regresar con
ella a Valle de Luz, donde el duro Rodrigo Santacruz vive lleno de
rencor hacia sus hijos, los cuales lo abandonaron, y culpa de ello a
su esposa, Marisela, pues le faltó tener mano dura con ellos. No así
piensan Sara y Ángela, madre y hermana menor del hombre, siendo
esta última una viuda dueña de una posada en la que desde su viudez
comenzó a organizar cenas de navidad y año nuevo a las que su
hermano se ha opuesto a asistir, pues no comulga con sus ideas. Por
su parte, Sara, la madre, intenta hacerle ver al hombre que ha sido
él el que alejó a sus hijos, al querer hacerlos a su manera en vez
de aceptar sus naturalezas y ambiciones. El hombre sin embargo los
cree mal agradecidos y por ello sufre Marisela, que no sabe de ellos
desde hace mucho tiempo y a la cual consuela la suegra, quien le
promete que un día la navidad le dará el regalo de amor más
hermoso: Ver a su familia unida.
En
la misma Valle de Luz vive Lily Penagos, quien sufre la enfermedad de
su padre, Julio, y se refugia en su gran amor, Romel Zepeda, el cual
la ha presionado para que se entregue a él. Cuando el progenitor
muere, el enamorado se vale del luto y tristeza de la chica para
conseguirlo. Son descubiertos por Fedra Olalde, la madrastra de la
muchacha, a la que echa a la calle sin misericordia, decidida a
quedarse con la casa y herencia del difunto. Interviene Hilda, la
fiel sirvienta, a quien, apoyada por su madre, Fedora, la mujer
amenaza con echarla a ella también y decide quedarse para así
ayudar a la huérfana que busca ayuda a Romel, quien no desea hacerse
responsable de ella y para ello decide terminarla. Sin embargo la
chica recibe la piedad de Pablo, hijo menor de Ángela, el cual
siempre ha estado enamorado de ella.
La instala en la posada, donde
ella desahoga lo que le ha sucedido. Ángela decide ayudarla y habla
con sus hijos, a los que recuerda que debe estar todo listo para las
mañanitas a la virgen. Andrés, el mayor, se encarga de los últimos
detalles con Manolo Gamboa, dueño del invernadero y la tienda de
arte, que tiene las flores listas para las mañanitas Guadalupanas y
también lo necesario para decorar de navidad muchas casas,
comenzando por la posada. Es apoyada por Sara, quien le pide que no
se quede sola y rehaga su vida al lado de un hombre que la quiera,
pero la hija está convencida de que lo único que desea es hacer
felices a otros, durante la época navideña.
Nínive
hace una visita a la basílica de Guadalupe, donde pide a la virgen
fuerza para enfrentar a su madre y perdonarse antes de que muera. La
acompañan Gabriel y Dulce, quienes piden lo mismo para ellos. Juntos
parten hacia Valle de Luz, donde, por petición de su hermana,
Gabriel decide que será mejor hospedarse en la pensión de Ángela,
la cual los recibe con alegría y les promete que los ayudará a
reconciliarse con sus padres. Para ello insiste a Marisela que no
falte a las mañanitas a la virgen, pues le tiene un regalo de
navidad que no se espera, mientras que, por su parte, Ninive se
presenta ante Eugenia, su madre, quien la trata con dureza y la juzga
por haber preferido sus sueños en vez de a ella y su futuro marido,
al que dejó plantado en el altar, aprovechándose de su boda para
escapar. La hija le suplica que la entienda y le recuerda que la
comprometió con alguien a quien no amaba. La madre le pregunta si
aun sigue amando al muerto de hambre por el que abandonó su futuro y
Ninive solo se limita a contestar que su futuro era su carrera. Se
sorprende cuando aparece Osvaldo Laprida, su ex prometido, quien al
verla sale del lugar. Eugenia asegura a su hija que, a pesar de todo,
el hombre no la ha dejado de amar. Y es que Osvaldo no es feliz al
lado de su esposa, Catalina, la cual le reprocha el seguir amando a
la mujer que lo abandonó en el altar. Por eso se confunde tras
volver a verla y tiene una discusión con su cónyuge, quien sufre
pues sabe que él nunca la ha amado.
Ángela tiene un enfrentamiento con Emma Quiñonez, quien se burla de ella
por haberle arrebatado el amor de un hombre en el pasado. Se hacen de
palabras y Ángela calla cuando la otra le asegura que la vida la
castigó, pues le arrebató al hombre y dejó a sus hijos huérfanos.
Las ha visto Romel, sobrino de la mujer, misma que le prohíbe que
contribuya a que la posada de la otra luzca bien, así como que haga
trabajos para ella. El chico le pide que le diga por qué la odia
tanto, pero la amargada calla y llora en soledad.
Gabriel
se presenta ante Rodrigo para pedirle que hagan las paces, pero este
se resiste y o juzga por sus preferencias. Le asegura que eso alcanzó
a Dulce, la cual es igual a él y se fugó con un holgazán. El hijo
sin embargo insiste en que la época navideña es una oportunidad
para reconciliarse. El padre le jura que nunca le perdonará el
defraudarlo. El protagonista vuelve a la posada, donde conoce a
Manolo, quien se encarga de la decoración y entre ambos hay cruce de
miradas de atracción. De ello se da cuenta Romel, que trabaja para
el decorador, mismo que le pide que recapacite sobre lo que ha hecho
con Lily, pues la muchacha está sufriendo y esto ha llegado a oídos
del padre Lauro, quien exige a Fedra que devuelva a la chica lo que
le pertenece. La mujer sin embargo es defendida por Fedora, quien
asegura que a la hija le corresponde todo lo del difunto, y también
por Bruno Escandón, su abogado, quien demuestra al cura que todos
los documentos están en orden y Julio dejó desprotegida a su hija.
El cura se niega a aceptarlo y reza con devoción para que suceda un
milagro.
Por su parte Fedra celebra con Bruno, su cómplice y amante,
quien le dice que si Lily descubre lo que han hecho y decide luchar
por lo que le corresponde, deben estar preparados. La villana confía
en que la chica desaparecerá de sus vidas para siempre. No cuentan
con que Pablo, enamorado de ella, está decidido a ayudarla y pide a
su tío Rodrigo que haga algo, lo mismo que el padre Lauro, así que
el hombre considera que esta es una oportunidad para volver al
juzgado y demostrar de qué está hecho. A su vez se niega a ir a las
mañanitas en la posada y prohíbe a Marisela que acuda, pero,
aconsejada por doña Sara, ella lo desafía y le dice estar cansada
de su resentimiento y orgullo, por lo que busca a Ángela para
ofrecerle su apoyo y descubre que sus hijos se encuentran en la
posada, por lo que, estremecida, los abraza y besa, prometiendo que
esta vez los apoyará. Agradece a su cuñada y su suegra el gran
regalo de amor que le han hecho y estas la alientan para que defienda
sus ideas e ideales. Luego Sara habla seriamente con su hijo, al que
advierte que perderá a los suyos y en verdad se quedará solo, si no
cambia su carácter y acepta que no todos piensan como él ni tienen
sus mismas ambiciones. Él asegura a su madre no estar interesado en
tener el afecto de nadie y ella le asegura que, de seguir así,
pasará noche buena y navidad completamente solo.
Nínive
busca la manera de acercarse a Eugenia, la cual sigue sin perdonarla.
La invita a las mañanitas pero la amargada mujer se opone a ir. La
hija se encuentra con Osvaldo, a quien le dice estar desahuciada y no
tener mucho tiempo para hacer las paces con su madre. Él la abraza y
son vistos por Catalina, quien aguarda por él para hacerle
reproches, ya que sabe que nunca ha olvidado a la ex prometida. Él
lo acepta, sin más y acude a las mañanitas, a las que casi todo
Valle de Luz acude y Ángela se luce como anfitriona. Sin embargo la
rencorosa Emma se encarga de provocar un incendio y Romel la descubre
y la lleva a casa, donde le exige que le diga por qué odia tanto a
Ángela. La tía le dice que esa mujer es la responsable de que él
no tenga un padre. El chico entonces acude a Ángela y pide una
explicación. Ella no tener nada qué decir mas que Emma miente.
Dulce
conoce a Saúl Pinto, dueño de la cafetería y restaurante del lugar
y con el cual simpatiza de inmediato, situación que incomoda a
Marisela, a quien Gabriel pide que deje ser feliz a la chica. Luego
él cruza palabras con Manolo, quien lo invita a dar un paseo por los
bosques en los que cultivan pinos para que cada año todos en el
lugar tengan uno en navidad. Hacen ese paseo y descubren cuanto
tienen en común.
Andrés
descubre el interés que Pablo ha puesto en Lily y le recuerda que la
chica es novia de Romel, pero el hermano insiste en acompañar a la
chica a todas partes y por ello enfrenta a Fedra y Fedora, quienes se
ríen de él. La dura Fedora le asegura que su madre es una
cualquiera que le robó el hombre a Emma, insinuando que Romel es su
hermano. El chico entonces se acerca a Gabriel, al que pide que le
diga la verdad. Este habla con su tía, quien dice estar harta de la
situación y se desahoga con el padre Lauro, que acude a Emma y le
pide que deje de calumniar a la enemiga y acepte por qué el difunto
no la prefirió a ella. La mujer dice odiar a Ángela y jura que va a
destruirla.
Sara
disfruta de sus nietos y revela a Marisela que no tiene mucho tiempo
de vida, mas estar satisfecha con eso y también decidida a lograr
que los muchachos aprecien a la familia y se reconcilien, por lo que
habla con ellos por separado y le promete que harán lo posible por
reconciliarse con su padre.
Osvaldo
lleva flores Nínive, a la que pide que le de una nueva oportunidad.
Ella le dice no poder corresponderle, pues no le queda tiempo. Él
habla con Eugenia y le revela que su hija no tiene mucho tiempo, por
lo que deben hacer las paces. La mujer llora y pide a Ninive que se
instale en casa, donde le recuerda la vergüenza que hizo pasar a su
familia y le propone que intenten ser amigas. Ninive está convencida
de que la virgen ha hecho un milagro. Luego vuelve a ver a Osvaldo,
quien le dice no amar a su esposa y estar decidido a divorciarse. La
toma en sus brazos, la besa, y ella le corresponde para luego
rechazarlo y dejar claro que morirá y no desea una felicidad efímera
a costa del sufrimiento de otra.
Saúl
es presa del amor de la apasionada Charo, quien siempre lo ha amado y
lo apoya en el restaurante, pues sueña casarse con él, que ha
comenzado a cortejar a Dulce. De esto se ha dado cuenta Andrés,
quien se lo cuenta a Pablo. Los escucha Romel y se lo dice a la
enamorada, quien amenaza a Dulce y le deja claro que el restaurantero
es suyo. Sin embargo aparece Ángela para defender a su sobrina y
habla con Saúl, quien aclara a Charo que él jamás ha estado
interesado en ella y solo la ve como amiga.
Fedora
es reprendida por el padre Lauro, quien le asegura que su ambición y
la de Fedra, que se vale del dolor de Lily para apoderarse de la
fortuna del difunto Julio, es un pecado que ambas pagarán muy caro,
sobre todo porque han desprotegido a la chica justo en la temporada
navideña, en la que el mejor regalo es el amor. A la mujer poco le
importan las palabras del sacerdote y se siente feliz por su hija,
con la que planea una nueva vida sin sospechar que Fedra también
desea deshacerse de ella y junto con Bruno enfrenta a Rodrigo, el
cual poseé el último testamento de Julio y asegura que defenderá a
Lily hasta llegar a las últimas consecuencias. La mujer estalla en
rabia y acusa a Bruno de ser un estúpido, pues el abogado les ha
dado de plazo hasta el día antes de noche buena para entregar a Lily
lo que le pertenece. Es apoyada por Fedora, quien busca a la menor
para exigirle que huya del lugar y se olvide de todos. Es vista por
Sara, quien la reprende y la pone en su sitio, recordándole que ella
y su hija no son más que unas advenedizas.
Bruno
vuelve a casa y se sorprende al ver ante él a sus hijos, a quien
Marisela apoya, pidiendo al hombre que los escuche. Este sin embargo
los echa y exige que no lo vuelvan a buscar, pues nunca los
perdonará. El padre Lauro intercede por ellos y hace ver a su amigo
que se ha quedado solo y la navidad le está dando una oportunidad
para enmendar sus errores.
Romel
descubre que Pablo está interesado en Lily y siente celos que
desahoga con Manolo, el cual le asegura que él perdió a la chica
desde el momento en que le dio la espalda, cuando más lo necesitaba.
No así piensa Emma, quien hace ver a su sobrino que debe recuperarla
con tal de hacer daño a Pablo, el cual le arrebató a su padre.
Romel no sabe si creer en las palabras de su tía pero busca a la ex,
a la que pide perdón por no apoyarla.
Ella le dice estar en paz, mas
sabe que no puede contar con él, que hace a Pablo y Andrés
insinuaciones sobre la decencia de Ángela. Los muchachos están a
punto de golpearse pero aparece la mujer para dejar claro que ella no
dejó sin padre a nadie. Los sorprende Rodrigo, el cual ha acudido a
la posada para reprochar a la hermana el apoyar a sus hijos. Esta lo
invita a la cena de navidad que ofrecerá y le asegura que si insiste
en guardar rencor morirá solo y arrastrará con él a Marisela,
quien por su causa sufre en silencio por estar lejos de sus vástagos.
Luego el hombre se presenta ante Emma, a la que exige que deje en paz
a su hermana. Esta se burla de él por tener un hijo gay y una hija
promiscua. El hombre le recuerda que ella no está lejos de ser una
cualquiera, pues él sabe su secreto y conoce el origen de Romel, el
cual está dispuesto a revelar si insiste en molestar a Ángela. Esto
hace sufrir a la amargada mujer, quien rompe todo a su paso y exige a
su sobrino que se lleve el árbol y adornos de navidad, pues sabe
cuanto detesta celebrarla. Contempla una foto del hombre al que amó
y la quema.
Gabriel
dice a Nínive no sentirse preparada para tener algo con Manolo, pero
la amiga lo alienta y le hace ver que Darío era muy joven para él y
por eso lo utilizó, sin embargo Manolo es un hombre maduro, dueño
de su vida, auto suficiente y, además, amante del arte y es buen
decorador, por lo que tendrían buen futuro. Los hombres se ven y
quedan en verse durante la cena de navidad, misma a la que Ninive ha
sido invitada y pide a Eugenia que la acompañe, pero la madre se
opone, por lo que Sara acude a la mujer y le exige que olvide su
egoísmo y piense en su hija, quien solo desea hacer las paces con
ella antes de morir. Le revela que a la enferma le quedan solo tres
meses de vida y que la entiende, pues como anciana sabe que también
tiene los días contados y, aunque lo ha aceptado, se niega a pensar
que dejará este plano, pues ama la vida y todavía tiene sueños y
ganas de lograr metas. Le pide que recapacite, pues ella tampoco será
eterna y puede arrepentirse de no haber disfrutado con su hija.
Eugenia llora, pues en verdad ama a Nínive, mas no olvida la
vergüenza por la que ella y su marido pasaron en el pasado. Es
Osvaldo quien, en una de sus visitas, le asegura que él no tiene
resentimientos y ha hablado con la protagonista, a quien propuso que
estén juntos de nuevo.
Dulce
alienta a Pablo para que declare sus sentimientos a Lily, quien al
escucharlo decide salir corriendo, sin saber que, en complicidad con
Fedora, Fedra la acecha para arrollarla con su auto. Sin embargo
Romel se da cuenta y la salva. Las villanas se saben descubiertas y
no tienen más remedio que huir. Fedora se sorprende cuando se da
cuenta de que l ahija la ha abandonado para fugarse junto con Bruno,
quien temeroso de ir a prisión decide abandonarla y se marcha solo,
haciéndola rabiar. Ante ella aparece Rodrigo, el cual le pide que
firme los documentos en los que renuncia a todo pues gracias a Hilda
tiene pruebas de que le fue infiel a Julio y se casó con él solo
para heredarlo. Al saber las consecuencias de sus actos, a la
ambiciosa mujer no le queda más que firmar, por lo que Lily lo
recupera todo y es recibida en casa por la Hilda, quien la abraza y
promete que cuidará de ella, que da las gracias a Rodrigo, al que
dice saber que tiene buen corazón, tan grande como para acercarse a
Gabriel y Dulce, los cuales sufren por su rechazo. El hombre vuelve a
casa y hace consciencia. Confiesa a su fiel amigo Lauro no tener la
cara para pedir perdón a sus hijos y por ello ha preferido la
distancia, mas sabe que ha lastimado a Marisela, la cual se prepara
para la cena de Noche Buena en la posada. Se marcha si él y se reúne
con sus seres queridos en la iglesia, donde Julio ofrece una misa en
la que se habla de la importancia del perdón, el amor y la verdad.
Esto alienta a Eugenia a pedir perdón a Nínive y orilla a Emma a
aferrarse a Romel, al que apoyada por el padre Lauro dice que su
padre fue un foráneo del que nadie volvió a saber nada y del cual
ella se enamoró, contando su historia de amor frustrada y de cómo
se enredó con ese hombre para olvidar al que fuera marido de Ángela,
su gran amor, y que de ese amorío nació él, por lo que no es su
tía, sino su madre. El chico la desprecia pero Lauro le hace ver que
la mujer se ha sacrificado durante años por él, haciéndole
comprender que será navidad y no puede distanciarse de ella, que
sufre irremediablemente.
Rodrigo
piensa en las palabras de Sara, sobre la navidad y lo que podría
perder. Alentado por esto, sorprende a su familia al presentarse en
la posada, donde Ángela le hace un lugar. El hombre pide perdón a
los suyos y se reconcilia con sus hijos, quienes lo abrazan ente
lágrimas y una gran emoción que llena de alegría a Marisela, quien
por fin puede sentir gran paz y da gracias a la navidad por haberle
dado el regalo de estar todos unidos. Sara da unas palabras,
brindando por la unión familia y, sobre todo, por la reconciliación,
asegurando que para ella también es el mejor regalo el ver a toda su
familia reunida después de tantos años de disputas y malos
entendidos.
Manolo
pasa las navidades con Saúl y Charo, quien intenta besar al otro,
siendo rechazada. Ella le confiesa su amor mas este le pide que no
insista pues solo pueden ser amigos. La chica se desahoga con Manolo,
quien le aconseja que se haga a la idea o de lo contrario sufrirá.
Ella sale a caminar y se encuentra con Andrés, el cual le cuenta las
buenas buenas sobre su familia. Caminan juntos y se introducen en el
bosque, donde tienen un accidente. Ante su desaparición, todos en
Valle de Luz inician una búsqueda durante el día de navidad, mismo
en el que Darío ha llegado al lugar para reconciliarse con Gabriel,
pues se ha quedado sin dinero y lo ha empeñado todo. El ex lo
rechaza y se centra en buscar a su primo desaparecido, apoyado por
Manolo, Saúl y Romel, junto con los cuales encuentra a los
desaparecidos, ya entrada la noche, por lo que consideran que es otro
milagro de navidad, lo mismo que piensa Ninive, pues recibe una
llamada en la que el hospital en que se realizó estudios se disculpa
con ella, pues se confundieron de paciente y no está desahuciada. La
mujer celebra y abraza a Eugenia, quien le dice que ha decidido
vender la casa y mudarse a la ciudad, con ella, que rechaza el amor
de Osvaldo y habla con Catalina, aconsejándole que lo recupere sin
celos, ni dudas. La esposa del hombre sin embargo ha decidido
divorciarse de él, dejándolo libre.
Gabriel
pide a Darío que se marche de Valle de Luz y lo olvide. El ex
insiste en que son el uno para el otro y lo besa. Los ve Manolo, a
quien Gabriel explica lo que sucede y le cuenta de lo que vivió con
el chico, al que Ángela no le niega el hospedaje en la posada a
pesar del sobrino, que dice a Manolo que volverá a la ciudad en unos
días, por lo que este le otorga el tiempo para arreglar sus
problemas y regresar a su vida habitual.
Darío
está presente en la cena de navidad anual, en la que Ninive comparte
su dicha y es acompañada por su madre, a quien Rodrigo apoya, pues
ambos estuvieron distanciados de sus hijos. Todos se sorprenden
cuando Romel se presenta acompañado de Emma, la cual pide perdón a
Ángela y revela ser la madre del chico. La dueña del lugar la
invita a pasar y todos celebran la navidad en familia. Darío se da
cuenta de que no encaja en ese sitio y mientras los demás celebran
él decide marcharse.
Se topa con Saúl, quien se ofrece a llevarlo a
la estación de autobuses más cercana y luego va en busca de su
amada Dulce, quien lo presenta ante todos como su novio, que
sorprende a todos con los postres que ha preparado especialmente para
la velada.
UN
AÑO DESPUÉS: Eugenia ha vendido su casa y vive con Ninive, con la
que decora un árbol de navidad en su nueva casa. El timbre suena. Es
Osvaldo, el cual se ha divorciado de Catalina y desea recuperar a la
que una vez sería su mujer, la cual acepta su cortejo mas le pide
tiempo, pues no desea apresurarse en nada. Celebra su dicha con
Gabriel, quien ha montado una exitosa exposición a la que toda su
familia ha acudido. Él propone que celebren navidad en la ciudad,
pero tanto Rodrigo como Marisela y Sara creen que deben seguir las
tradiciones de Ángela, por lo que todos vuelven a Valle de Luz,
donde el protagonista se vuelve a encontrar con Manolo, quien lo
felicita por su éxito.
Pablo
y Lily son novios y esto lo sabe Romel, quien ahora estudia y trabaja
en otra provincia, teniendo contacto a distancia con el padre Lauro y
Emma, a quien ha cambiado su actitud pero no su apariencia y se ha
acercado a Hilda, quien cuida de la chica como si fuera una hija
suya, apoyada por el padre Lauro.
Fedora
sufre el abandono de su hija, a la que busca constantemente, pero
esta la rechaza y le dice estar cansada de ella, y es que Fedra se ha
casado con un anciano millonario con el que festeja las navidades en
una lujosa mansión, haciendo pasar a Bruno como su hermano. No saben
que el hombre los ha descubierto y engañado a ellos y que toda su
fortuna ya se encuentra en manos de instituciones que solo aguardan a
su muerte para tomar posesión.
Andrés
es feliz con Charo, a la que pide que se case con él en el verano.
Ella, que se ha hecho gran amiga de Ángela, acepta, feliz, y junto
con el enamorado prepara la cena de noche buena, celebración en la
que anuncian su compromiso, lo que inspira a Dulce a pedir matrimonio
a Saúl, quien acepta. Por ellos se siente feliz Gabriel, el cual
acude al invernadero de Manolo, al que propone que se mude a la
ciudad y comience allí de nuevo. Este le asegura que jamás dejaría
su tierra ni lo que ama, pues es feliz a su modo. Es entonces que
Gabriel considera que tal vez tenga que ser él quien se mude de
vuelta a su lugar natal. Lo besa sorpresivamente y lo invita a la
celebración de navidad anual, en la posada de Ángela, una
celebración en la que Gabriel y Nínive, acompañados de todos los
personajes, festejan la unión, el perdón, el amor, que hacen que
para ellos esta navidad sea... un regalo de amor.
Fin